15 mar 2006

Carmen Naranjo:

Vale la pena vivir los sueños
Ailyn Morera
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Su mirada es aguda y profunda, es una mirada que delata su experiencia humana. Su rústica casa expresa la sencillez de esta mujer; sus perras, nos revelan que Carmen es una persona que conoce y disfruta el verdadero sentido de la vida.Carmen Naranjo Coto con "belleza". Carmen nace en Cartago en 1928. Autora prolífica en la poesía, en la narrativa y en la dramaturgia. Su pensamiento ha generado gran cantidad de ensayos críticos principalmente sobre la mujer, la cultura y la identidad. Toda su obra ha trascendido con grandes reconocimientos a escala internacional.Si bien esta autora inicia su obra poética en 1961; es en el año de 1969 cuando publica su primera obra dramática ¡Y así empezó! presentada en el Teatro de Bellas Artes de la Universidad de Costa Rica, y en el Teatro Nacional de Panamá.

¿Cómo incursionó en la dramaturgia?
La dramaturgia tiene mucha relación con toda mi obra. Yo escribía y pensaba en conflicto, síntesis, ambiente, personajes... son elementos que lleva la dramaturgia. Desde muy niña mi papá me llevaba al teatro y las obras me impactaban muchísimo. También el cine influyó mucho en mí.

¿Qué motivaciones tuvo para dedicarse a escribir?
La fuerza que surgió de todas las heroínas que leí. No me fue mal en ninguna actividad, seguro por esa valentía que debe de haber surgido de todas las heroínas de las lecturas, me llenó de fuerza y de valor.
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Su creación literaria le ha dado un gran aporte a la literatura hispanoamericana. La calidad de su obra la ha hecho merecedora de puestos en Asociaciones Centroamericanas y mundiales de escritores, también recibió dos veces el Premio Aquileo Echeverría en narrativa, en 1966 y en 1971, por sus obras, Los perros no ladraron y Responso por el niño Juan Manuel, respectivamente.
La vida de la escritora transcurre cálida, plácida y sencilla en su finca de Tambor de Alajuela entre aire fresco y árboles frutales.

¿Qué es ser creadora?
Es una actividad cotidiana. Es poder ver lo invisible. El verdadero carácter de la gente. Es renunciar a los miedos porque los miedos limitan y para crear no hay que tener miedos.¿Cuáles han sido las influencias positivas para su desarrollo en las letras? ¿Qué recibió de la cultura, la sociedad y la familia en el momento en que se inició como creadora?Cuando cumplí 15 años mi padre me regaló toda la obra literaria del siglo de oro español. Leí a Lope de Vega, Cervantes, Calderón de la Barca. Indiscutiblemente influyeron mucho en mí. Luego empecé a leer mucho teatro realista sobre todo italiano, también en inglés y el norteamericano que tuvo auge en la década de los años de 1970 y de 1980. El teatro latinoamericano tiene el drama del patriarcado asociado a la tenencia de la tierra. Se hace un buen teatro en América latina. El teatro latinoamericano está desempeñando un papel grande dentro del teatro universal.
Desde muy pequeña iba al teatro. A mi papá le encantaba el teatro, eran obras, desde el punto de vista actual, muy anticuadas, me acuerdo de "La mal querida". Y veía también la falsedad del teatro, ¡cómo se juega tanto con la falsedad! Después aprendí a distinguir los buenos actores y las buenas actrices, el buen director de una obra. En aquellos tiempos era una sociedad muy cerrada y economías muy limitadas que no le permitía a la gente ir al Teatro Nacional donde en esa época, era donde se ponían las obras. Había que ir al Teatro Nacional con traje formal y eso limitaba más que el costo de la entrada.

Son invaluables los aportes de Carmen Naranjo en la literatura y en el servicio público donde trabajó con esmero para hacer realidad proyectos de carácter social y cultural. En 1954 se desempeña como Asistente de la Gerencia del ICE. Luego pasa a ser Asesora Técnica Administrativa en la Gerencia de la Caja Costarricense de Seguro Social, donde propone la universalización de los regímenes de Enfermedad y Maternidad, así como el de Vejez y Muerte, y el Régimen de Pensiones no contributivas de la C.C.S.S.

¿Tuvo limitaciones para desarrollarse como escritora?
No, nada más las limitaciones propias de podré o no podré, estoy bien orientada no estoy bien orientada pero ninguna otra limitación. Las limitaciones que son las mismas actuales, por ejemplo, tener editoriales que te estimulen, universidades que te estimulen. En esa época en la universidad no estimulaba la creación individual sino más bien el estudio regular de los cursos, que fuera uno sobresaliente en la parte académica pero no en la parte creativa. Por ejemplo, ahora yo veo que hay más oportunidades, más concursos, mas interés de las universidades en la parte creativa de los alumnos, en esa época no, es decir a nadie le interesaba que la gente estuviera escribiendo cuento, o novela, o poemas o obras de teatro, eso entonces se reservaba al ámbito personal.Era más difícil desempeñarme en la función pública y como asesora de organismos internacionales, porque la gente esperaba siempre un hombre como asesor nunca una mujer, así es que había que romper un montón de prejuicios y romper prejuicios es abrir puertas.
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Combinó la labor pública con puestos diplomáticos, pues fue Embajadora de Costa Rica en Israel de 1972 a 1974 para luego ocupar el cargo de Ministra de Cultura Juventud y Deportes, donde su labor será recordada por descentralizar la cultura, y el apoyo a la diversidad e identidades nacionales.

Carmen Naranjo es una de la escritoras más reconocidas de América Latina¿Cuántas jornadas de trabajo tuvo paralelo a la creación literaria?
Nunca tuve tiempo para solo escribir. Siempre lo hacía en las noches o en las madrugadas, salvo ahora. Vale la pena cualquier sacrificio por realizar lo que querés realizar. Vale la pena vivir los sueños.

Y Carmen Naranjo continúa con sus méritos, en 1973 recibe el Premio Editorial Costa Rica, el Premio Narrativa Certamen Latinoamericano Educa y en 1986 se le otorga el Premio Magón de Cultura. Si bien estos premios se deben a su producción poética y narrativa, tiene publicadas y puestas en escena, La voz (1971) Adivíneme usted (1980) y Manuela Siempre (1984) Inéditos están los siguientes textos: No corra las cortinas, Los escondidos, De repente un grito, XXII Reunión de Uzca, Golpes de arena, La cábala de un signo, Y así empezó, Y qué del paraíso perdido y Eso y su circunstancia.

¿Qué le hace pensar el hecho de que tuviera más proyección la dramaturgia escrita por hombres que la dramaturgia escrita por mujeres en los años de 1960 y hasta la actualidad? ¿Es un problema de calidad?
No. La mujer ha estado tanto tiempo silenciada que le cuesta romper ese silencio y cuando lo rompe tiene poco acceso a romper ese prejuicio que es la desconfianza. La gente se pregunta, ¿esa señora será capaz de escribir una obra de teatro? Y lo han vivido todas las mujeres que han escrito teatro. Lo mismo pasa con otros géneros, lo mismo pasa con las ensayistas, novelistas, poetas.

Los premios son numerosos para esta creadora, quien ha tenido el justo reconocimiento de que su obra artística haya sido considerada, estudiada, valorada y premiada. Pocas autoras reciben la justicia del reconocimiento de su obra en vida, muchas lo recibieron siglos después de su muerte, otras siguen en la parte oscura y muda de la historia.

¿Cómo ha visto usted la inserción de su obra dramática y de otras autoras en el canón costarricense?
La discriminación es muy notoria todavía en Costa Rica y en muchos otros países. Siempre tratando de que el ámbito de la mujer sea la casa, jamás la calle. La geografía de la mujer dentro de la casa es la cocina y la pila de lavar, jamás el escritorio y la biblioteca.Se han hecho antologías en que solo hombres aparecen, a pesar de que hay mujeres planteando cosas nuevas, cosas modulares de la existencia social y se desconoce, no se les da valor.

¿En qué se diferencia la escritura dramática de las mujeres a la de los hombres, sí es que se puede hablar de alguna diferencia?
La primera diferencia que se ve es en lo cotidiano. Los autores tratan de hacer grandes obras de personajes muy marcados y en eso no está la vida. La vida está en lo que está escribiendo la mujer que nos enriquece o empobrece nos libera o nos ajena más. Y tienen pocos estímulos, muchas veces ni siquiera ven puestas sus obras. La Compañía Nacional de Teatro no se ha interesado lo suficiente en las obras de autoras costarricenses.
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Si bien Carmen Naranjo supo transgredir limitaciones de la época para las mujeres, lo hizo gracias a la confianza en sí misma y al apoyo de su familia. Sin embargo tuvo la conciencia que su realidad era la excepción, y propuso "el Proyecto de ley para que imperara en Costa Rica la igualdad real entre ambos sexos" que es hoy ley de la República.
Entre amenas conversaciones con amistades, lecturas, música y trabajo creativo transcurre la vida de la escritora nacional.

¿Qué le aporta lo que han escrito las mujeres como grupo?
Me ha interesado mucho la revisión de la historia por parte de las mujeres. Indiscutiblemente en este país las mujeres han ocupado un papel preponderante en la revolución social del país, y han sido ignoradas, desde las hazañas de Pancha Carrasco hasta las mujeres enfermeras. Numerosas investigaciones han rescatado y están rescatando la voz de las mujeres y eso ha vigorizado la voz femenina porque ya no se siente sola es parte de un quehacer artístico.

Carmen Naranjo siempre valoró su labor en cuanto fuera generalizada y no individualizada. Le brillan los ojos al recordar cuando en las comunidades ya no le pedían bolas de fútbol sino bibliotecas.
Una de las labores importantes para esta mujer y para el movimiento literario fueron los talleres literarios. Ella fue quizá la primera persona en el país en dar estos talleres. La gente llegaba a su casa y su objetivo era levantar el puro esfuerzo de la gente, en una labor creativa.

¿Qué es lo femenino de su escritura?
Lo femenino de mi escritura es todo lo creativo. Yo soy en tanto vivo, pienso, escribo y soy congruente con mis creencias.
En la mujer no existe la doble palabra. No es corriente en ella la doble contabilidad. Se expone sinceramente, se arriesga, y no tiene tanta importancia el éxito. Tiene más importancia el estar creando; y lo vemos en todas partes del mundo esta misma actitud, en sociedades todavía más represivas contra la mujer. Claro que la represión muchas veces se sitúa en la geografía familiar, y que los valores del patriarcado siguen imponiéndose en que lo femenino siga enclaustrado en la cocina, la plancha y en la cama. A veces no sé si las mujeres más libres son las que viven en situaciones económicas muy difíciles, a veces en la extrema pobreza porque ellas saben abrir puertas, empujarlas o derribarlas aunque sea solo para sobrevivir.

La siguiente pregunta es bastante absurda, sin embargo me animo a hacerla a sabiendas que para esta creadora no existen las malas respuestas. ¿Cuáles son sus aportes a la cultura costarricense?
He encontrado que lo fundamental es trabajar en términos universales dentro del país para que la cultura aunque sea un milímetro crezca en todo el territorio. Por eso encuentro que es indispensable que la cultura tenga medios modernos de comunicación. Considero la radio fundamental y también la televisión, las fuentes que fluyen del Internet y todas esas cosas que le permiten a la gente comunicarse y tener fácil acceso a la cultura, y al conocimiento universal. Todo lo que fortalezca el conocimiento debe ser implementado por eso es tan importante que las universidades se proyecten para valorar lo que las comunidades tienen y desarrollarlo. No se necesita sacar a la gente de sus sitios sino llegar a ellos y lograr encender la espiral del desarrollo.
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Y así termina la conversación con esta excepcional mujer que lleva la sabiduría y la calidad humana impresa en el alma. El nombre de Carmen Naranjo Coto está grabado en la historia de las letras hispanoamericanas, y ella sigue viviendo el tiempo, más allá del tiempo.

Publicado originalmente en el Informa-tico, y tomado de RedCultura.com